La Importancia Del Sueño En Deportistas
El entrenamiento, la competición y la recuperación del deportista se ven condicionados por un buen o mal descanso. El sueño se considera un pilar básico y decisivo en el rendimiento de un deportista. Este es un factor que debemos tener en cuenta a la hora de controlar los posibles factores de riesgo para que cualquier atleta pueda reducir su número de lesiones en una temporada ( hablamos de deportistas de élite, pero se podría extrapolar perfectamente a la vida de un «runner´´ dominguero o un oficinista con vida sedentaria).
Las alteraciones del sueño pueden verse motivadas por diversos factores. Sabido es que a los futbolistas les cuesta conciliar el sueño si esa noche han disputado un partido. Esto es debido al grado de excitación que llega a tener el Sistema Nervioso a la hora de acostarse si el deporte ha sido intenso o a última hora del día. Las condiciones externas a los días previos de una competición también intervienen a la hora de conciliar el sueño, esta información la contrastamos en estudios de la Sociedad Española del Sueño, En el que refiere que los días previos a competición, el sueño puede descender debido a los nervios, las condiciones ambientales y a desconfianza. Todo ello provoca un efecto negativo en el tiempo de reacción, en el rendimiento ,y, y por tanto, en los resultados. A través del sueño de calidad, el atleta podrá fortalecer el sistema inmunitario, relajar totalmente el aparato locomotor y oxigenar el cuerpo mediante la respiración. Los expertos recomiendan adaptarse a los horarios de la competición en los días previos a la hora de realizar los entrenamientos.
Para conseguir dormir de forma efectiva, la Sociedad Española del Sueño recomienda realizar. Pocas horas antes de irse a la cama actividades de poca intensidad o relajación, no encender aparatos eléctricos que hagan perder horas de sueño y provoquen sobreestimulación. La siesta, que no supere los 30 minutos ni tardía, es otra clave del rendimiento físico y mental.
Aunque no siempre se tenga en consideración, lo que se come y se duerme es directamente proporcional al rendimiento físico. En el documento estudiado de la Sociedad Española del Sueño nos muestra que dormir menos condiciona a estar más agostado por la vigilia, factor que aumenta el sedentarismo, y segregan hormonas que aumentan el apetito, con preferencia por alimentos hipercalóricos.
Dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Después de una buena noche, el deportista será capaz de tener un mayor rendimiento, sentirse mejor consigo mismo y estará más hábil a la hora de tomar decisiones.
